EL MANTENIMIENTO DE LAS INSTALACIONES EN LOS EDIFICIOS. PREVENCIÓN Y RESPONSABILIDAD
Todas las instalaciones deben mantenerse, y los edificios no son una excepción. A continuación, explicaremos por qué es tan importante que se haga un mantenimiento frecuente.
La importancia de revisar las instalaciones
Todo edificio que conste con instalaciones de agua caliente sanitaria, gas y luz debe tener un correcto plan anual que asegure su mantenimiento.
De esa manera, se puede garantizar que sus condiciones se conserven y que no haya problemas que pongan en riesgo a la estructura y a las propias personas que viven allí.
Los edificios deben tener un manual de uso, e incluso detallar las necesidades de prevención. Allí se deberían encontrar las acciones para corregir problemas, así como para prevenirlos.
Justamente, todo eso va a permitir que el edificio y todos sus servicios, incluyendo la luz, el agua o el gas, estén en perfectas condiciones.
El impacto humano y el propio paso del tiempo genera un deterioro en varios de los suministros que se ofrecen y, además, en la propia infraestructura.
Esto se puede percibir desde la estética, cuando el edificio comienza a volverse obsoleto.
También, cuando el funcionamiento empieza a mermar y los errores se hacen cada vez más frecuentes.
Chequear es prevenir
Así, es esencial que se puedan percibir los primeros signos de daño o problemas que puedan ocurrir.
Sin embargo, a veces no es necesario llegar hasta esa instancia, pues es la que podría suponer que surjan accidentes.
Si un edificio no se mantiene, se puede llegar a un punto crítico donde no pueda ser utilizado nuevamente y se tenga que evacuar a los propios residentes.
Por ejemplo, si no se tienen los cuidados adecuados, de seguro habrá problemas en el gasto energético (especialmente, cuando se gasta más luz de la que debería).
También, inconvenientes en la salida del agua e incluso el desagüe, o problemas graves de fuga de gas.
Todo esto afectará el valor del inmueble. Además, les complicará el día a día a las personas que viven allí, hasta el punto de poner en peligro su vida.
No hay nada más tedioso que saber que hay instalaciones, dónde vivimos, que no funcionan como deberían. A continuación, analizaremos la importancia de la revisión periódica de los edificios.
Revisiones técnicas periódicas de mantenimiento
Que un profesional y técnico autorizado pueda revisar los servicios e instalaciones del edificio hará que todo esté en orden.
No solamente para solucionar problemas, sino también para que, de forma constante, haya la seguridad y la certeza de que todo funciona a la perfección: limpieza, la estructura y todos los suministros.
Por ejemplo, podría ocurrir que los materiales estén vencidos y ya no haya una buena impermeabilización.
Eso se puede percibir en el agua que se filtra, la cual atenta contra la salud de todos los ocupantes. Los canalones que están flojos también pueden suponer riesgos, pero también, estéticamente, disminuyen el valor de los edificios.
Una fuga de gas también le podría significar graves problemas.
Si no se la identifica a tiempo, podría intoxicar a las personas en los ambientes cerrados.
Sin embargo, también es de una enorme importancia prevenirla, pues podría derivar en una explosión o un incendio que ponga en peligro toda la infraestructura.
En cuanto a la electricidad, tener cables pelados o que se encuentren a la vista de todos, no solamente es feo desde la imagen.
También puede ser la causa de cortocircuitos o que una persona, por accidente, los toque y sufra daños importantes.
Incluso, podría haber fallas generales que hagan que todo el edificio se quede sin luz.
Motivos por los que debe efectuarse el mantenimiento del edificio
En esta sección de la información mostraremos algunas de las razones por las que un edificio no debería obiar las revisiones obligatorias por ley.
- Previene la salud. La principal razón que se debería tener en cuenta. Mantener oportunamente el edificio significará que la salubridad estará asegurada.Esto se aplica para las rutinas de higiene, con una limpieza general, pero también a las propias construcciones.A veces, los servicios más importantes, como la luz, el gas o la electricidad, pueden presentar problemas.Si se los deja estar, los accidentes podrían ocurrir y la salud de las personas estaría comprometida.
- Mejora la imagen. Un edificio descuidado da una mala imagen. Si no se realiza una limpieza en cada sector, el valor real de la edificación caerá.Al mismo tiempo, es factible que, por no haber hecho mantenimientos de higiene, algunos problemas puedan suceder.Por ejemplo, el desagüe tapado significará problemas de salubridad y suministro del agua.
- Aumenta la seguridad. Ningún edificio está exento de los accidentes. Sin embargo, una construcción descuidada es más propensa a los incendios, las explosiones, las fugas de gas, inundaciones, entre otros siniestros.Tener un diagnóstico preciso de los posibles daños o averías hará que estas se solucionen rápidamente y que no se tenga que llegar a un accidente para hacer una reparación.
- Ahorro de dinero. Si bien el mantenimiento representa un dinero, lo cierto es que, cuando los problemas son grandes, el valor de la reparación crece.Eso puede suponer un problema, ya que se puede dar el caso que cuando llega tarde la reacción ya no se tenga el presupuesto necesario para hacerlo.Por ende, es preferible realizar revisiones frecuentes, donde se puedan evitar complicaciones más grandes.
- Una infraestructura en regla. Por último, pero no menos importante, también debemos indicar que los edificios deben tener mantenimiento por exigencias de las propias leyes.Para evitar accidentes, hay distintos protocolos que han de seguirse. En caso de que no hacerlo, no solamente se ponen en peligro vidas y el inmueble en general, sino que también se incumple con la ley.
En definitiva, mantener un edificio es una tarea que debe realizarse periódicamente.
Desde nuestra experiencia puodemos decir que se solucionan una infinidad de problemas y siempre es una verdadera inversión.
Si todavía se presentan dudas, hay que pensarlo desde una perspectiva económica: los daños estructurales suelen costar mucho más dinero.
Por eso, hay que intentar no llegar a esa instancia.
Mejor es practicar la prevención, esta le dará tranquilidad a los residentes.
Si todas las instalaciones están en regla y mantenidas cada cierto tiempo, los servicios funcionarán y no habrá problemas de salud o accidentes que lamentar.
¡Contratar a un profesional para que se encargue de este trabajo es sin duda la idea más acertada!
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